Sabores familiares: Cómo la familia impacta en nuestra relación con la comida.

No hay adicto solo, puede acabar solo, pero no empezó así. La adicción tiene como cómplice el dolor y el silencio. ¿Qué familia genera un adicto a la comida? En una sociedad que impulsa el exceso y estimula la confusión en la satisfacción, es más fácil encontrar a alguien que no puede dejar de comer productos chatarra, aunque en general, hay características que propician que la adicción avance. Según Robin Norwood, existe una relación importante entre un padre alcohólico y una hija comedora compulsiva; en general, esta adicción se desarrolla en mujeres porque la adicción a la comida es más aceptada que cualquier otra, y porque el azúcar y el alcohol generan efectos anestésicos parecidos. — Fernández Espinosa.1

No hay adicto solo, puede acabar solo, pero no empezó así. La adicción tiene como cómplice el dolor y el silencio. ¿Qué familia genera un adicto a la comida? En una sociedad que impulsa el exceso y estimula la confusión en la satisfacción, es más fácil encontrar a alguien que no puede dejar de comer productos chatarra, aunque en general, hay características que propician que la adicción avance. Según Robin Norwood, existe una relación importante entre un padre alcohólico y una hija comedora compulsiva; en general, esta adicción se desarrolla en mujeres porque la adicción a la comida es más aceptada que cualquier otra, y porque el azúcar y el alcohol generan efectos anestésicos parecidos.
— Fernández Espinosa.

No hay adicto solo. Puede acabar solo, pero no empezó así. La adicción tiene como cómplice el dolor y el silencio, y empieza a socavar a la persona porque algo duele y no se puede compartir. Como dice Mario Bejos, la droga sirve primero para descubrir, después para ocultar.

¿Qué familia genera un adicto a la comida? En una sociedad que impulsa el exceso y estimula la confusión en la satisfacción, es más fácil encontrar que alguien no puede dejar de comer productos chatarra, aunque en general, hay características propician que la adicción avance.

Según Robin Norwood, autora de Las mujeres que aman demasiado (Javier Vergara, 1988), donde plantea un diagnóstico claro de lo que es la adicción a las relaciones, existe una conexión importante entre un padre alcohólico y una hija comedora compulsiva. En general, esta adicción se desarrolla en mujeres porque la adicción a la comida es más aceptada que cualquier otra, y porque el azúcar y el alcohol generan efectos anestésicos parecidos, aunque la comida no haga perder la conciencia, pero sí permite posponer lo que sucede al calmar la ansiedad.

Esta relación se da con frecuencia en hogares en los que se desarrolla alguna adicción…

  1. Fernández Espinosa (2002). ↩︎

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