Hambre sabia, conciencia viva.

Hace algunos años, aparecía en la televisión un anuncio que decía: «Tú sabes cuándo y tú sabes cuánto». Este anuncio mostraba la alegría que procede a unas cuantas copas de brandy entre amigos. El «tú sabes cuándo y cuánto» era otra forma elegante de decir «todo con medida», que parece lavar las conciencias de quienes ganan millones de pesos con su Majestad el Alcohol. Y esa simple frase de saber cuándo y cuánto ha traído algunos problemas a quienes nos dedicamos al tema de las adicciones. Nacemos con la capacidad de saber cuándo y cuánto. — Fernández Espinosa.1

Hace algunos años, aparecía en la televisión un anuncio que decía: «Tú sabes cuándo y tú sabes cuánto». Este anuncio mostraba la alegría que procede a unas cuantas copas de brandy entre amigos. El «tú sabes cuándo y cuánto» era otra forma elegante de decir «todo con medida», que parece lavar las conciencias de quienes ganan millones de pesos con su Majestad el Alcohol. Y esa simple frase de saber cuándo y cuánto ha traído algunos problemas a quienes nos dedicamos al tema de las adicciones. Nacemos con la capacidad de saber cuándo y cuánto. — Fernández Espinosa.

Nacemos con la capacidad de saber cuándo y cuánto. De bebés es imposible comer de más o de menos cuando hay suficiente; tampoco se deja pasar cualquier molestia, pues inmediatamente damos el signo de alarma.

Me decía el pediatra de mis hijos que cuando lloraban podía haber cuatro razones: hambre, frío, calor, dolor. Conforme pasa la vida la medida perfecta con la que nacemos se va distorsionando: «Cómetelo todo, aquí nada se desperdicia». «Hay niños que se mueren de hambre». «Hazlo por papá y mamá». «Si dejas de llorar te doy un dulce». «Es la hora de comer».

La necesidad de comer, de alimentarnos para vivir, se va convirtiendo en una combinación de hábitos y rituales que no siempre refuerzan esa sabiduría con la que nacemos. Somos seres de costumbres y si hemos de adquirirlas, revisemos un poco la conciencia sobre ellas.

Hambre física y emocional.
Cuando tienes hambre, ¿sabes de qué es? Me refiero literal y metafóricamente. Si tienes frente a ti un plato de lentejas, en vez de comenzar con la hipnosis cuchara-boca, ¿te has preguntado alguna vez si realmente quieres comer eso?

  1. Fernández Espinosa (2002). ↩︎

Publicaciones Similares

Deja una respuesta