Trastornos duales: Esquizofrenia y adicciones – Parte V.

¿Qué es la esquizofrenia? La psiquiatría moderna denomina actualmente como esquizofrenia un trastorno mental que generalmente se inicia entre los 14 y los 25 años y que se caracteriza por un estado de disociación mental donde el afectado abandona el marco de la realidad, se le disgrega el pensamiento y se le trastorna el afecto, apareciendo síntomas de despersonalización con severa afectación de las relaciones interpersonales, pudiendo aparecer también fenómenos como la ambivalencia, las alucinaciones y el autismo. — Elizondo López. 1

¿Qué es la esquizofrenia? La psiquiatría moderna denomina actualmente como esquizofrenia un trastorno mental que generalmente se inicia entre los 14 y los 25 años y que se caracteriza por un estado de disociación mental donde el afectado abandona el marco de la realidad, se le disgrega el pensamiento y se le trastorna el afecto, apareciendo síntomas de despersonalización con severa afectación de las relaciones interpersonales, pudiendo aparecer también fenómenos como la ambivalencia, las alucinaciones y el autismo.
— Elizondo López.

Para decirlo en términos más sencillos, la esquizofrenia es lo que el saber popular denomina típicamente como locura. Si observamos con detenimiento como empieza a enfermarse una persona que padece de esquizofrenia lo primero que aparece s un fenómeno de encerramiento del individuo en sí mismo: se torna profundamente introvertido, se aísla de los demás y se va sumergiendo en un mundo propio que difiere mucho de su realidad externa. El afectado empieza a fabricar un código propio de señales con las que interpreta a su modo muy personal el mundo externo.

En este momento empiezan a manifestarse los trastornos del pensamiento cuya manifestación más típica son los delirios. El delirio es una idea fuera de la realidad que se presenta como consecuencia de una mala interpretación de la misma, resultado de este código patológico de señales que el enfermo construye como consecuencia de su enfermedad.

La consecuencia de los delirios son los trastornos de conducta que pueden ir desde el aislamiento y el mutismo, el comportamiento bizarro y extraño, el sentirse iluminado o poseedor de poderes extraordinarios, hasta el miedo y la angustia que producen el sentirse vigilado, espiado y perseguido por los demás, lo que frecuentemente genera conductas de agresión hacia los demás o hacia sí mismo. La afectividad de estas personas también está afectada: hay un aplanamiento afectivo que se puede explicar como ausencia de emociones…

  1. Elizondo López (1997). ↩︎

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