El manejo de los sentimientos.

El ser humano nace con la capacidad de sentir. Porque sentir es estar involucrado con algo o alguien, y para poder sobrevivir emocionalmente se necesita de alguien con quien relacionarse. Según Agnes Heller, existen cinco sentimientos básicos que son innatos: miedo, alegría, tristeza, enojo, afecto. Al mismo tiempo que los sentimientos son innatos, son también históricos, es decir, se aprenden como son enseñados. Si en la familia la tristeza estaba prohibida y en vez de llorar se cuentan chistes, a pesar de sentir la tristeza, tal vez después no se sabrá expresarla, y llegará un momento en que ni siquiera se registre el sentimiento. Los sentimientos pueden estar prohibidos, exagerados, y por lo tanto disminuidos o desproporcionados. — Fernández Espinosa.1

El ser humano nace con la capacidad de sentir. Porque sentir es estar involucrado con algo o alguien, y para poder sobrevivir emocionalmente se necesita de alguien con quien relacionarse. Según Agnes Heller, existen cinco sentimientos básicos que son innatos: miedo, alegría, tristeza, enojo, afecto. Al mismo tiempo que los sentimientos son innatos, son también históricos, es decir, se aprenden como son enseñados. Si en la familia la tristeza estaba prohibida y en vez de llorar se cuentan chistes, a pesar de sentir la tristeza, tal vez después no se sabrá expresarla, y llegará un momento en que ni siquiera se registre el sentimiento. Los sentimientos pueden estar prohibidos, exagerados, y por lo tanto disminuidos o desproporcionados. — Fernández Espinosa.

Los sentimientos no tienen moral. Lo que la tiene es su expresión, dependiendo de las consecuencias que genere. Pero desgraciadamente se enseñan así. Estar enojado es ser malo, estar contento es ser bueno. Entonces, los sentimientos, que surgen espontáneamente, nos llevan hacia la maldad o la bondad, según hayan sido juzgados en la familia.

Normalmente a las mujeres se les inhibe el enojo y se les estimula la tristeza (en esta cultura [occidental y cristiana] a los hombres se les enseña lo contrario), de manera que la mujer puede aprender a tapar el enojo con la tristeza y llorar en vez de defenderse de un abuso. Eso a la larga puede volver a una mujer manipuladora que con las lágrimas quiere arreglarlo todo.

Otro problema de los sentimientos es que se pegan al amor, es decir, se cree que por estar enojados se deja de querer a alguien y viceversa, que si los padres se enojan están dejando de querer.

Esto por varias razones. Primero, porque en vez de aclarar el enojo dejan de hablarles a los hijos o claramente les dicen que ya no los quieren. Segundo, porque a veces sus propios enojos, que no tienen que ver con los hijos, los ponen sobre sus frágiles hombros y el niño entonces, pretende cargarlos. Así, el enojo puede provocar una carga tan fuerte que se vuelve imposible de manejar. Los sentimientos llevan este camino:

  1. Fernández Espinosa (2002). ↩︎

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