Trastornos duales: Alcoholismo y depresión – Parte I.

Los Trastornos Duales han adquirido una relevancia particular en el diagnóstico de aquellos que luchan contra la adicción a las drogas o al alcohol. Se ha demostrado que el tratamiento para este grupo de individuos requiere un enfoque diferente al de los Adictos Primarios, aquellos cuya única dificultad es la adicción misma. Por otro lado, los individuos con Trastorno Dual sufren de una condición psiquiátrica previa a su adicción, la cual está estrechamente relacionada con el inicio, progresión y recaídas de su enfermedad adictiva. Es por ello que se les conoce como Adictos Secundarios.— Elizondo López.1

Los Trastornos Duales han adquirido una relevancia particular en el diagnóstico de aquellos que luchan contra la adicción a las drogas o al alcohol. Se ha demostrado que el tratamiento para este grupo de individuos requiere un enfoque diferente al de los Adictos Primarios, aquellos cuya única dificultad es la adicción misma. Por otro lado, los individuos con Trastorno Dual sufren de una condición psiquiátrica previa a su adicción, la cual está estrechamente relacionada con el inicio, progresión y recaídas de su enfermedad adictiva. Es por ello que se les conoce como Adictos Secundarios.
— Elizondo López.

Iniciaremos con el Trastorno Dual más frecuente que es el de Alcoholismo y Depresión. En la literatura médica existe una gran cantidad de estudios sobre la asociación entre alcoholismo y depresión y todos ellos coinciden en que un porcentaje importante de alcohólicos padecen algún tipo de Depresión. (De acuerdo a los diferentes estudios revisados, entre el 40 y el 70% de los alcohólicos estudiados padecían Depresión).

La Depresión es una afectación del estado de ánimo, caracterizado por una disminución o pérdida de la energía existencial que da lugar a que se desarrollen diferentes sentimientos negativos, tales como la desilusión, la decepción, la derrota, la tristeza, la desesperanza, la debilidad, la indefensión, la autodevaluación, la baja autoestima, la culpabilidad y la inutilidad. La depresión se acompaña de síntomas como la pérdida del apetito, al angustia, el insomnio (o su contraparte, el dormir excesivo y durante horas hábiles), la apatía, la fatiga, la disminución del deseo sexual, la pérdida de peso, la resequedad de boca y el estreñimiento. La depresión es una enfermedad severa que puede producir la muerte, ya que su manifestación más grave es el deseo autodestructivo que puede llevar a un intento de suicidio consumado.

Algunos autores llaman a la Depresión la enfermedad oculta, porque mucha gente la ha padecido sin haber desarrollado conciencia de que sufre de una enfermedad específica. Las investigaciones biopsiquiátricas actuales han demostrado, sin lugar a dudas, que se trata de una enfermedad orgánica, que tiene una predisposición genéticamente determinada y que…

  1. Elizondo López (1995). ↩︎

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