La nueva subcultura de la droga: Aspectos socioculturales y terapéuticos – Parte II.

F. Hacker señala en su libro Agression et violence dans le monde moderne (París, 1972) que «…en el transcurso de los últimos veinte años, Occidente ha inventado, desarrollado y exportado la cultura de los jóvenes. Ha hecho más, ha descubierto la juventud… Así, nuestra sociedad industrial occidental ha creado las condiciones de formación de una nueva pseudoespecie: la juventud. La juventud se ha convertido en un grupo solidario que cree ser el único verdaderamente humano, que desprecia, rechaza y denuncia a los demás, como los demás la desprecian, rechazan y denuncian».— Elizondo López.1

F. Hacker señala en su libro Agression et violence dans le monde moderne (París, 1972) que «…en el transcurso de los últimos veinte años, Occidente ha inventado, desarrollado y exportado la cultura de los jóvenes. Ha hecho más, ha descubierto la juventud… Así, nuestra sociedad industrial occidental ha creado las condiciones de formación de una nueva pseudoespecie: la juventud. La juventud se ha convertido en un grupo solidario que cree ser el único verdaderamente humano, que desprecia, rechaza y denuncia a los demás, como los demás la desprecian, rechazan y denuncian».
— Elizondo López.

A mitad del presente siglo, en plena época de la prosperidad occidental de la posguerra, se empieza a advertir el fenómeno en que los adolescentes cobran conciencia de sí mismos, más como grupo que individualmente. Los típicos ritos de iniciación a la vida adulta, propios de los adolescentes de principio de siglo –hijos de familia varones que entre los 14 y los 18 años tenían que incorporarse bruscamente a la productividad y se convertían prematuramente en adultos, o bien los ritos sociales de presentación en sociedad damitas quinceañeras a las que, a partir de ese momento se les otorgaba la condición de mujeres, es decir, permiso para buscar marido– fueron desapareciendo lenta y paulatinamente; de pronto, se hizo escasamente atractivo para los jóvenes parecerse a papá. Uno de los lemas favoritos de los jóvenes de la década de los sesenta fue el de «No te fíes de nadie que tenga más de treinta años».

En esa próspera sociedad occidental de los años cincuenta, el mundo adulto, lleno de convencionalismos, tabúes e hipocresías, deja de ser atractivo para los jóvenes y se van creando los primeros mitos juveniles como James Dean y Elvis Presley. Poco a poco se va integrando un complejo tinglado cultural que fabrica condiciones muy favorables para la formación de una industria en torno, por y para el mercado de los jóvenes. Alrededor de esta surgen los Beatles y los Rolling Stones, vendiendo millones de discos para este mercado y aparecen también modas y modos de comportamiento que rechazan el modus vivendi de los adultos (los jeans, la minifalda, la revolución sexual y la nueva concepción de la estética hippie en el campo de las bellas artes, específicamente en la música, la pintura, la literatura, etcétera).

  1. Elizondo López (1995). ↩︎

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